La semilla
En su cueva de tierra la semilla interroga prisionera inocente, la razón de su encierro. Es oscura su cárcel transitoria. Por salir a la luz todo en ella trabaja y al fin su brazo verde agujerea el suelo. Brazo verde que buscas el aire de la altura, la libertad del sol, la embriaguez de la vida: mi corazón imita en su clausura tu florecer secreto, tu labor silenciosa y sólo es una planta rastrera que germina. Semilla; eres la imagen del hombre en cautiverio el tiempo de un suspiro o de un sueño terrestre, una estación apenas de la flor y del beso hasta que un brote asoma a la luz alta y el limo se transforma en una tumba fértil. El corazón y el grano se extinguen en el surco, mas de nuevo en su fruto se esconde otra semilla ¡Oh ciclo de la vida: fin y comienzo juntos! En la semilla un dios vive encerrado, el dios que multiplica los frutos y los días.
|