Saludos a Thomas Mann1
Como el niño que ya quisiera descansar y ha llegado a la calma del lecho del hogar y todavía pide: "¡No te vayas y cuenta!" (que así la oscura noche no lo asirá violenta), mientras su corazón palpita atormentado sin saber qué prefiere, si estar acompañado o escuchar que le cuenten historias formidables, nosotros te pedimos que te sientes y hables. Hablamos como ayer, aunque no lo olvidamos. Di que estás con nosotros y nosotros estamos contigo, todos los que respetamos tu nombre y tenemos problemas a la altura del hombre. Tú que sabes muy bien que el poeta no miente, háblanos de la luz que brilla en nuestra mente y, allende lo real, muéstranos la verdad. Así juntos podemos vencer la oscuridad. Haz que, como Hans Castorp, que veía a través del cuerpo de madama Chauchat, podamos escrutarnos esta noche. Por tu hablar melodioso no pasa el ruido. Háblanos de lo malo y lo hermoso, que del luto al anhelo pueda el pecho ascender. Al pobre Kosztolányi2 enterramos ayer y, como abrió en su cuerpo el cáncer un abismo, Estados-Monstruo roen sin tregua al humanismo. ¿Qué más vendrá, inquirimos —las almas de horror plenas, de dónde nos azuzan nuevas ideas-hienas? ¿Hierven nuevos venenos que quieren infiltrarnos? ¿Y hasta cuándo habrá un sitio en que puedas hablarnos? Queremos que, al oírte, o nos abandonemos y que todos los hombres como tales quedemos, y que nuestras mujeres sean libres y hermosas —todos seres humanos— pues ahora estas cosas escasean. Maestro, siéntate y haz tu cuento. Te escuchamos. Y alguno estará muy contento nomás que de mirar, aquí frente a estos bancos, a un europeo entre los blancos.
1 Este poema debía ser leído por su autor, a nombre de la redacción de la revista Szép Szó, como saludo a Thomas Mann con motivo de la conferencia que éste pronunció en el "Teatro Húngaro" de Budapest el día 13 de enero de 1937. El departamento político del Ministerio del Interior, enterado del asunto, dio órdenes a la policía para que impidiera la lectura de la poesía a causa de la alusión que en ella se hace a los Estados fascistas. La poesía fue publicada en el número de febrero del mismo año en Szép Szó. 2 Dezó Kosztolányi (1885-1936), célebre narrador, ensayista y poeta húngaro.
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