Material de Lectura

 

Marzo


I

Una tibia llovizna cae serenamente
y la espiga del trigo joven sube hacia el cielo.
En una chimenea la cigüeña se instala
y el invierno, abatido, se muda a los glaciares.
Llegó la primavera con su alegre violencia,
llegó la primavera con verdes estallidos.
Delante del taller de un carpintero
exhala la esperanza olor a pino.

¿Qué dicen las revistas? Una banda saquea
a España y la devasta.
En China un general estúpido
quita a los campesinos
sus pedazos de tierra. La guerra hace amenazas.
Las camisas más limpias ya se empapan de sangre. Los pobres están siendo torturados.
Los que atizan la guerra gesticulan.

Alegre soy: tengo el alma de un niño
y Flora me ama. Contra nuestro amor
—amor bello y desnudo— avanza al populacho
desfilando con hierros y con tanques.
El celo de esta chusma
me asusta, desde luego,
y sólo obtengo fuerza y esperanza
en interés de nuestras vidas.


II

El hombre es mercenario, la mujer prostituta.
Entre sus corazones y el mío no habrá diálogo.
Sus maldades también están infladas
y temo por mi vida
que es todo cuanto tengo.
Mi mente, precavida, piensa en esto.
Y cuando el globo herido ya está helado
el amor de mi pecho y mi Flora arderán.
Una hermosa muchacha, sabia, procrearemos,
y también un varón inteligente y bravo.
Ellos heredarán un jirón de nosotros
como la vía láctea guarda la luz del sol.
Y cuando el mismo sol ya sólo parpadee,
mientras charlan, confiados, volarán nuestros hijos
a bordo de máquinas buenas
en pos de las estrellas laborables.