Material de Lectura

4 poetas jóvenes italianos
Michelangelo Coviello,
Milo De Angelis,
Valerio Magrelli,
Gino Scartaghiande


Selección y nota
de Guillermo
Fernández



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Nota introductoria

 

En la última década, la más reciente poesía italiana ha presentado un panorama particularmente copioso en movimientos post-neovanguardistas —muchas veces epígonos involuntarios de los neovanguardistas que impugnaron violentamente a los novissimi, la vanguardia capitaneada por Edoardo Sanguinetti. Pero esta misma abundancia de posiciones ideológico-estéticas ha provocado un pandemonium que ningún crítico o historiador ha sido capaz de desentrañar. A partir del 68 los poetas obreros y los "obreristas", los agónicos, los criptonarrativos, los aprogramáticos, los que se negaron a considerarse víctimas o rebeldes, forman una masa en un constante fermento de contradicciones, entrecruzamientos, choques frontales, alianzas temporales... Pero siempre en lucha continua contra la fuerza de gravedad de la tradición, del pasado y, es obvio, del presente. Desde un gran número de esos grupos o sub-grupos herederos del 68 se siguen oyendo melancólicos tambores de guerra...

"...Flexibilidad y carnavalización del discurso, sentido dialógico de la palabra y proliferación de las temáticas, son los elementos constitutivos del cuadro global de estos años.
"No sólo vivimos años de derrotas y retrocesos, sino también de aspiraciones y esperas en las que la incesante producción de imágenes "por parte del pueblo" —como ha dicho Michelet, citado por Beczko... o como nosotros decimos hoy "por parte de estratos de masa siempre más amplios"—, se convierta en estructura portadora de las luchas y de los conflictos entre "opresores y oprimidos". Dicho con otras palabras, la producción de imágenes es la fundación continua de un lenguaje nuevo, de una nueva razón no impuesta, de un saber no forzado, y el escribir poesía es parte activa, no secundaria, de este nuevo proceso social. La atención con que se reciben las nuevas obras poéticas se encuadra en este horizonte general del deseo de cambios, un deseo casi sin objeto ni finalidad...

"La necesidad de la creatividad no es una definición ingenua de un estado veleidoso de la cultura juvenil, sino que empieza a demostrar, día con día, que puede derribar todo concepto tradicional de existencia inspirado en la "razón clásica", no para fundarse de nuevo en el irracionalismo, clásico también e inutilizable, sino para intentar hablar una lengua nueva, todavía contradictoria y poco comprensible, pero hablada, como un desafío al discurso de un saber superado. En los territorios que dejó sin cultivar una razón en crisis, donde "sólo la locura crece", como ha dicho Benjamín, es necesario adentrarse con nuevos instrumentos lingüísticos, y entre éstos, los más útiles, los menos evasivos, son también los de la poesía."1

Como el título lo indica, esto no es una antología —ni siquiera breve— de la poesía juvenil que se está escribiendo en Italia. Aunque parezca arbitrario (arbitraria sería necesariamente una "antología", que no quiere decir más que selección, o exclusión), me ha parecido preferible presentar a cuatro poetas que aún no cumplen los treinta años de edad, cuatro voces diferenciables que incluyó La parola innamorata,2 la más reciente antología de la joven poesía italiana. El azar (y algo más, por supuesto), quiso reunir aquí a dos salernitanos, a un romano y a un milanés, cuatro poetas que pertenecen a cuatro regiones tan diversas de esa Babel lingüística que es Italia.

 

Guillermo Fernández

 

 

 

 


 

 
 

MICHELANGELO COVIELLO nació en Agropoli (Salerno), en 1950. Ha publicado un libro de poemas: Indice, Editorial Feltrinelli, Milán, 1976. Reside en Milán.

MILO DE ANGELIS nació en Milán en 1951. Allí vive. Publicó Somiglianze, libro de poemas editado por la Editorial Guanda, Milán, 1976. Es director de la revista literaria Niebo.

VALERIO MAGRELLI nació en 1957, en Roma. Sus textos han aparecido en Altri termini y Nuovi argomenti, revistas literarias. En Action poétique, revista literaria de Francia, publicó un número monográfico dedicado a la poesía italiana contemporánea.

GINO SCARTAGHIANDE nació en 1951, en Cava de'Tirreni (Salerno). Ha publicado Sonetos de amor para King Kong. Cooperativa Scrittori, Roma, 1977. Ha publicado también en la revista Periodo Ipotetico.

 

 




1. Antonio Porta, Poesia degli anni settanta, Ed. Feltrinelli, Milán, 1980.
 
 

2. La parola innamorata, I poeti nuovi. 1976-1978. Ed. Feltrinelli, Milano, 1978.


Valerio Magrelli

 

Otras naturalezas muertas

 

Yo habito mi cerebro
como un tranquilo hacendado sus tierras.
A lo largo del día mi trabajo
está en hacerlo frutecer,
mi fruto en hacerlas trabajar.
Y antes de irme a dormir
me asomo a mirarlas
con el pudor del hombre
por su imagen.
Mi cerebro habita en mí
como un tranquilo hacendado sus tierras.

 



Hoja blanca como la córnea de un ojo.
Y me apresto a bordar allí
un iris y en el iris a grabar
el hondo remolino de la retina.
De este modo la mirada
germinará desde la página
y se iniciará un vértigo
en este cuadernito amarillo.

 



Sin embargo el cansancio, semejante en esto
a un pesado velamen, se hincha,
cuando termina el día,
de todo el viento transcurrido
y lentamente mueve
mis pensamientos en la tarde.
Así el silencioso soplo de la mente
y del sueño desencallan
el cuerpo de la luz.
Me adormezco en esta barca azul
y acarician las sábanas el agua
y ya la orilla está lejana.
En la noche se empreña y se curva
la blanca superficie de la página.

 



Es sobre todo en el llanto
que el alma manifiesta su inquieta presencia.
Por una comprensión secreta
el dolor se vuelve agua
y el sufrimiento madura flores líquidas.
La gemación primera del espíritu
es, por lo tanto, la lágrima,
su palabra transparente y lenta.
Así, según esta elemental alquimia
en verdad el pensamiento se substancia
como una piedra o un brazo.
Asimismo esta turbación
es un tránsito hacia el silencio,
porque no hay conmoción en el signo
sino sólo desconsuelo mineral de la materia.

 



La puerta se cierra modulando
en los goznes el sonido de un corno.
Es el canto solitario de la noche
la armonía que yacía ignorada en la madera.
Y cualquiera al pasar provoca
la música sepulta, que siempre
asoma desigual.
Tal vez un lenguaje le gobierna
términos y medidas,
tal vez el azar.
Así el discreto dibujo de la herrumbre
y del agua narra la secreta epopeya de la borda.

 



El país del sueño se amplía en el verano.
Sus aguas reflejan
en lentas olas todo gesto.
En las orillas susurran palabras
como hierba, mientras en lo alto transcurren
las constelaciones de nuestros muertos.
Gira la mente en el gozne de la noche;
el recuerdo se multiplica en el espíritu
como anillos en el tronco de los árboles.

 



Se introduce a veces en el pensamiento,
como en el agua, un reflejo
que lo atraviesa y mide su profundidad.
Es un ojo que se abre
dentro de lúcidas olas, hundiéndose.
La línea se distiende y la luz
se aquieta en su descenso.
La mente vuelve entonces a cerrarse
en el esfuerzo vertical y profundo
del remolino y de la herida.

 



No hallo ninguna piedra que arrojar
a este lago. Es cierto que de noche
es más difícil buscarlas en la playa
pero casi todo el día
transcurre en pesca y diversión:
y sólo ahora estoy en calma.
Por eso, al fin, es bello hacer brotar
aros líquidos, en la oscuridad
verlos desaparecer templando
en silencio su ritmo:
imaginar la lenta caída
de la piedra en el fondo
hasta depositarse entre las algas
como una hoja, o como una palabra
abandonada en el agua.

 



Es una danza ritual que une los términos del sueño,
es el sueño mismo, en el que la carne
se vuelve idea y el encuentro de dos dedos
provoca recuerdos lejanos.
La muda soledad del brazo
conoce ahora su palabra en la línea inquieta que
traza a lo largo del lecho, como una cifra
o un sendero. Y el pensamiento eclipsado ensaya las
formas
de esta cultura sepultada que festeja
la luz con signos etruscos. Así, como en
un ritmo vegetal, se alterna la respiración
de la vida y cantan sus raíces de hueso
en el silencio de la mente,
y en la oscuridad del ojo
la mano se transforma en pupila.

 



Finalmente aprendí
a leer la viva
constelación de las mujeres
y de los hombres, las líneas
destinadas a unirles las figuras.
Y ahora me doy cuenta de los signos
que amarran el desorden de los cielos,
y en esta bóveda dibujada por el pensamiento
distingo la silenciosa rotación de la luz.
Esta es mi nocturna
partida de ajedrez.
Pero juego solo y apunto con minucia
la oscilación de los signos.
Así se cierra el día
mientras paseo
en el silencioso huerto de las miradas.

 



Cuando frío era el aire
reinaban inmensas estatuas
levitantes y vagaban
como deidades mudas
y parían la sombra.
Toda la bóveda narraba
el dolor y la calma;
los hombres esperaban la lluvia.
Ahora la página vuelve a ser clara
y la luz ha empalidecido
los últimos pensamientos de la noche.


 

Milo De Angelis

 

Fragmentos de región

1.

Si alguno cae en el arco de
tardes y tardes u otra floritura
durmiendo cerca del templo
se comprende y se alarga
ahora que viene en este viento
ni cabalgata ni escudo lo detienen, ni
el estertor de la plegaria; el único viento

(aparecen los cometas, la ciudad)

y quisiera desatar sus plumas
disipando el perfil por ese
aire que canceló el aire
ahora: cielgema es la palabra desnuda

las leyendas de la uva y del rey
se volvieron carretera, dibujos
a lápiz, sutil rastro
dentro de la noticia sutil

se abre un cáliz que lo espera y contendrá
el huracán o beberá la boca y la sed y
bajo un relámpago, viendo al mundo

leopardos, largos trancos, lunas
conocen la oscuridad y el oráculo
tiene otra palabra, sin botín

 

2.

todo el espejismo alzándose furtivamente
en el valle donde descienden, blancos,
mensajeros se levantan
las miradas lacradas por la pupila

y ya no hay otro espejo
desmesurado y geométrico, nada
antes de arder cuánta luz ¡es el fin!

Muere un oscuro engañador:
entre la naturaleza y el orden hay niños
que ya descubren las manos
¡Lucas! gritan en la ciudad
pero los bautismos disueltos en óleo
no lo han sido jamás en el tiempo

florecen alrededor del sueño
escalofríos del agua pluvial
escurre, que no dice, chopo tras chopo:
en la caverna yerra la princesa libre
porque sueña una pared distinta
y decirle la vida o nada
y afuera braman los embajadores,
sin meta, se convierten en caballo y noticia
como el amor que hace un solo gesto
ni tembloroso ni inmortal

reencontrado, entre la tierra y el hielo,
este alimento resurge y habla
interminablemente en la plenitud
de la fábula y su desastre. Y si ríe
como el sueño que deja de mirarse
no salgas, yo te sigo, sé
veloz


mensajeros se levantan
las miradas lacradas por la pupila

 

3.

ni cabalgata ni escudo lo detienen ni
la sutil espada en la noticia
aparecen los cometas sobre la ciudad
y yo me he convertido en muerte

otra palabra sin presa
es la blanca humedad del juego, otra
es la mano del cuerpo vencedor

¿por qué hoy el duelo?

toda llave está cerca de la niña
que les abre las puertas a los coyotes
pero la honda tiene un solo proyectil

la reverencia da origen a la danza
rasguñándose enmedio de la grama
lentos cruces del baile de lanceros

niños, a jugar con la lechuga
a mirar el inmenso pendón
y las zataras y las piraguas
ninguna tiene hombres a bordo.

 

4.

Alas rodeando la pira, batir de alas,
aún en el peligro, mundo,
y un ángel custodia la misma
plegaria: no hay otra noticia.

Litigan los vencejos y ya la noche
la noche: en el vértigo pesa
allá abajo, un agua, alta, pero las alas
de lo efímero llaman amor a esta zambullida por
el amor
:

mira al rayo que pierde el trueno y
lo ignora, amante
de un ciego no visto y aclarado por
nadie y se ahoga, sí,
se ahoga lentamente la luz
pero hay ahora un fuego en el vaso ilimitado.

 

5.

Si el caso era éste
pero en un lampo más alto y más indiferente
¿quién no intenta solevar un canto
no sólo creado, y se vuelve?

¿quién, por cual
filigrana en la niebla
fiel?
en el instante que ilimita el calor...

a menudo las paredes confinan con el tiempo
y los labios son una luz que regresa
la penúltima noche, el pez florido en la red

una línea en el sueño que habla
otro juego la destrozará, niño tras niño,
desune el humo que los encerraba
en la ilimitada llanura

los pliegues profundos de la capa en una sombra
y más tarde —¿hasta quién?— la viva en el confín
qué distinto es hablar ahora en el puente
el sueño se vuelve calle... y cuánta
respiración tan frágil nunca inundada...

la floritura y la segunda esencia del fuego
sepulto a decir nuestro, poesía
desencadenada una de la otra y en todo.

 

6.

Falto de mira, algo
cancelado es crecer y cuerpos

crecer estupendo de volúmenes y cuerpos
entre los gigantes de piedra, en el cerco, destrozado,

que hoy destrozará, arrancando un hilo
entre boca y gesto, para
amar al huracán

algo cancelado

es el sueño que no hablará
charcos, paisajes lacustres. Cadencia
cadencia y claridad en los párpados
cancelados

cielgema es la palabra desnuda
ni temblorosa ni inmortal, sutil rastro
dentro de la noticia, herida, para
el arrastre lento
, hay
ahora en el reino
súbito fragmento y derroche en el anuncio
ligero amor
algo se ofrece
mejor entrar en el reino y con otra
dirección en el alba en la mano, en la otra mano
hay un reino del medio invierno
y no es verdad donde muda calla una maravilla

primogénita, entre muchos hermanos, la palabra llega
y viene del agua de los niños casuales, palabra:
clarazul sobre el escudo

rosa perfecta donde giran los párpados
y lo simple de la suma, el himno, el racimo
aún murmura en la variación
ligero rastro a fin de que olvidando.

 


 

Gino Scartaghiande

 

Sonetos de amor para King Kong

 

Hay viejos que duermen

 

me dan risa los océanos
con sus profundidades verdes.
No te vayas, te lo ruego.
Mira, no soy precisamente
yo, sino el más hondo barranco
del universo para recibirte.

Las estrellas de tu esperma
estallan dentro de mí,
ninguno de nosotros dos
es éste o aquél.
Hay viejos que duermen
en la estación. Por los suelos.

 



Que por lo menos


Ayuda a que se vayan las palabras.
Sentido. Sinsentido.
Pero no es la verdad. Es
una cuestión poco interesante.
Es la coerción de dos mil
años de literatura. Pero
no es justamente que
las cosas jamás pensadas se
pusieran a temblar así,
sucede que por lo menos
se comienza a balbucir
tras el silencio de las palabras
y el mal atroz que nos hicieron
siempre a propósito de esos sentidos,
porque la palabra guerra
tiene fusiles que matan,
deveras, y también
ayuda a que se vayan las palabras.

 

 



Que precisamente yo

 

Me pego a ti. Estoy
en metamorfosis entre uno y otro
huso pedazos de eternidad
incomprensibles discursos
quién sabe qué buenas
cosas se podrían.

No me devores. Cómeme con
calma. Zarzas de tu esófago
donde los siglos rechazados
ojean como.

No existe el excusado
donde puedas librarte
de mí. ¿No estás seguro
de que ya te haya vomitado
precisamente yo?
Mi otra compenetración.

 


 

Parágrafo

 

Querrán asesinarnos.
Pero no nos agarrarán.
Hace tiempo que dejamos
los planetas. Están ciegos.
Mi querido y asqueroso
amor, ahora queremos
en un acto extremo de
indiferencia dejarles
a ellos la vida
con todas sus uñas.

 


 

Apenas en el inicio

 

Querida ignorancia querido ser
desvital caro desamor
plasmas toda la materia de la cual
estoy hecho. Querido King Kong, mi rey
y mi súbdito. Querida posesión
que aquí se dispersa. Es apenas
el inicio de otro tiempo.

 


 

Noche

 

Ahora queremos ser
poeta de orden ínfimo
creador de minucias.
Preferimos el descuido.
Descienden viejos cojos
y musulmanes los escalones
de las dos orillas
del Tíber; es el corazón
de una oscura noche lluviosa.
Los miro entre uno y otro
guagüis. Ellos miran
masturbándose de celos,
juntos, necesarios en el ritual
orgiástico. Dulcísimas manos mías
custodien y alegren su
búsqueda sacra. Si es necesario
desgramatizaremos también
a los elementos. Absolutamente lo
falso dicho a las tres de la mañana.

 


 

La imagen

 

Deberás darme un nombre. Todo lo hecho
hasta hoy no me interesa. Seguiré
matándote, escribiéndote y reescribiéndote.
La imagen es el universo de nuestras fugas,
es la excrecencia terrestre con avenidas arboladas,
hombres, hormigas. Debo acunarte aún, palabra
por venir, debo santificar tus cementerios
y buscarte con más ardor, a ti mentira, a ti
falsedad. Deberé darte y darme paz:
te espero de un momento a otro, sin saber
si me acerco o me alejo
ni por qué tener o no tener miedo a eso.

 


 

¿Por qué él último?

 

Qué cosa rota. Despedazada la creta.
En otra ocasión tendremos cuidado,
fíjense, no sea que el primer violín
se nos escape. Un soplo entre
la mejilla y el occipital.
Todos los universos no pueden
bastar. Esto es axiomático.
Recrear es nuestra condena.
Y es el último de los sonetos de amor.

 


Michelangelo Coviello

 

Tendre

1.

La rama se despedaza en el agua y prosigue su curso
entonces por qué no reír pujar
qué cosa no dirías si te cortaras
considéralo te lo ruego
la confesión sincera decía inextricable
arrojarse abrazar cayó un estado penoso ¿y luego?
pujar pujar
esto deberías decir
mientras tanto estoy agrietado fuera de lo normal
resbalo abajo luego patino hacia arriba a pico
me abalanzo en lo inhumano un encabritamiento y de
golpe
me abismo en el extremo cuerpo asido
soy un agrietado en alarma soy un silbido
lacerante lacerante
decir decir decir ¿y tú? cucú

tu íntimo asunto texto interesante desde el inicio
tensión inventiva y devastadora
cualquier acción para conservar la identidad propia
con la misma técnica desarmada y vulnerable
en este caso otros planos otro conocer
en este caso deberás adaptarte continuamente
tú que casi siempre implicas un esfuerzo una invitación
intimación un brinco interrupción
¡interpreta interpreta!

nadie es puro como el título
en práctica te aconsejo la cabeza blanda
fija e inmutable conforme al uso
también es oportuno un silbidito y sobre el cuello el
mazo
uno cualquiera para conservar la identidad propia
el gran látigo con la etiqueta de papel a colores
por lo general evita afanarte

por lo general no te excedas con el nervioso
nadie es un protagonista
recuerda que al principio la mano podrá cuajarse de
anillos
luego verás que de golpe que de pronto
desaparece la cabeza
tú por siempre un tierno, abrazo un tierno beso
a trochemoche estoy yendo en marrano

nota que me ha costado trabajo desde el inicio
la misma técnica y estribillos fatigosos
la cabeza blanda a distancia de meses
pastillas y atolladeros
me recuerdo distraído texto éste imperfecto
texto y efecto de do de pecho fortísimo

 

2.

Una voz explosiva canta con gozo con violencia
confundida con fuego se arrastra un grito que grita
salvación
como sílaba culebreo como trabajo doloroso
malestar infantil
es un juego el juego que imita los pudores
en esta ocasión que desencadena un ritmo
confuso errante seré límpido y taciturno
tenso de eventos indiferente
más fuerte que antes sobresalta en los dientes
respiro suspiro siempre más lentos
controlados siempre
presente

pensamientos se tuercen friegan y refriegan
tocan también atormentan etcétera aprietan aprietan
convulsos pero repentinos
pocas veces golpes raros al límite
asaz penetrante casi casi retumbante sorpresa
con profundo
con gracia improvisa hasta perderse
esperando con el aliento exhalando abrir los
pensamientos

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

tambaleante expresión lamento de bloqueo de arranque
desencajado desesperado súbito
cinco pasos audibles
dos puntos del
siempre lejanas las estrellas casi siempre
no alegre
siempre arrastrando pero más cansado las estrellas
desaparecer como antes
casi tierno
recuerdos
al amigo que sanó prometer la mar y sus pescaditos
silbidos fiascos
tierno.

 



Moll

 

1.

Es este un testimonio
de una edad bienaventurada en la cual para mi regocijo
del canto dulce de los pajarillos
el trino arriba abajo de la rosa
la voz es temblorosa pero no la escritura
de esto escualidísimo y al mismo tiempo humilde
la voz mala levanta del suelo recoge fragmentos
pero sólo los fragmentos pedacitos
es éste un testimonio
de quien lee con densa relación
con algún desprecio algún suspirote
es la voz de valor afectivo
de un viejo zapatón desconsuelo estupor
distraerse también dormir apagar la voz
de vez en cuando también la alegría pero no el acto
testimonio sobajamiento arpegio

era un día hermoso surgía el sol pirata
estaba el prado estaba la mierda el prado verdemierda
se desgañitaba el ruiseñor con la garganta desgarrada
saltaba la rama hinchada por el buey dos veces violada

raros lejanos objetos hilo de hierba mórbido de hierba
quisiera que el tiempo quisiera de nuevo de pequeñito
como plata maravilla como oro en la boca
ten cuidado de ti amigo pequeño mío sensible
otra vez dos suspende detén toda actividad
la música no es el arte de los sonidos es el arte de los
buenos
cantaré de ti él mi frente a la tevé
mostraré a cabeza erguida el amor mi defecto
con el libro al pecho estrecho estrecho mariú
no soy perfecto ser estoy en la cama balbuceo
piel milagro muñeca mía de los ojos azules
pareces un recién nacido el aspecto elegante refinado
caminas duermes lloras tu cabeza irrompible
lo demás es indiferente casi todo literario mariú

hablar hablar hablar cada vez más urgente
sin tomar en ello más que el movimiento mismo
límpido como un riachuelo es más riachuelo de mayo
a esto no le detengan el curso
al menos el de él gritando al menos salven el suyo
naturaleza miedo certidumbre que no dura
es éste un testimonio
del falso fruto dulzón
y no combatido tampoco jodido
él está vacío alternado sin guía
acabó arrollado por espanto instintivo
cayó como muerto cayó
como hoja al viento calzonazos en cambio
no creas en chingaderas
esperamos la situación está loca
a mi miguel con afecto milán si papá de elisa

 

2.

lo segundo es precisamente esto que se oye
deseando su significación en absoluto
también es lengua hablada apreciar
extinguida toda traza del fantasear
sin traicionar ningún amor por la novedad
los descubrimientos de la escritura ritmo de composición
sin juego sin agitarse gran cosa
que se pueda tomar en cambio por una tarea
por un cierto embarazo en manifestarlo
nadie se fatigue hablándonos
sin recato en la mirada en el discurso
naturalmente es asunto nuestro la forma
lección apreciable

Para qué me hablo digo y no respondo
para qué me pongo en marcha sin contorno
el corazón el culo todo nada es porno
yo que por mí de amor difundido el mundo
en esta obrita se espera entre huellas de humores
ya vividos en el pescozón al teléfono
la sala de espera el salón de té tazas parejas
aire frío y tierra seca
el mar el húmedo puro mundo
dialéctico objeto teórico amigo polémico
mismo diálogo con mansa obstinación
no exento de color de peso de golpes violentos
de forcejeos de hurtos de luchas de clases
sustancia viva y orgánica el mundo lleno de errores
chismoso
querémoslo siempre suprime toda diversidad
curar regañar
vuelve a entrar de corrido la vocal dejada caer
oh apenas perceptible mundo
bésame bésame boca
murió me dicen todo pasa

yo soy en principio el fin en mí todo está descompuesto
yo gallo yo astuto yo primero señor del rayo
de toda cosa primer autor gran jefe muy rebelde
circundado por dineros todocabeza todoaguante
en los confines de la tierra único temible
en busca de amigos espero respuesta considérenlo
a este punto
sin decir lo nebuloso de las cosas ya vistas
las desviaciones de amor las incertidumbres
los emocionantes extravíos lentos lentos
ojos profundos tus ojos en el espejo
yo soy mío repites y los truncamientos
son uvas
y los pasos falsos los desequilibrios
las mortificaciones de todo género
sin decir de la niñez de la belleza
del espíritu guerrero que adentro se me escapa
hablar de mí sin mí si bien bien bien
alto frágil made in italy empapado.