Material de Lectura

Dolor

 

Mi abismo se llenó de su mirada,
y se fundió en mi ser, y fue tan mía,
que dudo si este aliento de agonía
es vida aún o muerte alucinada.

Llegó el Arcángel, descargó la espada
sobre el doble laurel que florecía
en el sellado huerto... Y aquel día
volvió la sombra y regresé a mi nada.

Creí que el mundo, ante el humano asombro,
iba a caer envuelto en el escombro
de la ruina total del firmamento...

¡Mas vi la tierra en paz, en paz la altura,
sereno el campo, la corriente pura,
el monte azul y sosegado el viento!

(Poemas truncos)