Material de Lectura

Horas de junio
(Fragmentos)


Junio me dio la voz, la silenciosa
música de callar un sentimiento.
Junio se lleva ahora como el viento
la esperanza más dulce y espaciosa.

Yo saqué de mi voz la limpia rosa,
única rosa eterna del momento.
No la tomó el amor, la llevó el viento
y el alma inútilmente fue gozosa.

Al año de morir todos los días
los frutos de mi voz dijeron tanto
y tan calladamente, que unos días

vivieron a la sombra de aquel canto.
(Aquí la voz se quiebra y el espanto
de tanta soledad llena los días).

*

Hoy hace un año, Junio, que nos viste
desconocidos, juntos, un instante.
Llévame a ese momento de diamante
que tú en un año has vuelto perla triste.

Álzame hasta la nube que ya existe,
líbrame de las nubes, adelante.
Haz que la nube sea el buen instante
que hoy cumple un año, Junio, que me diste.

Yo pasaré la noche junto al cielo
para escoger la nube, la primera
nube que salga del sueño, del cielo,
del mar, del pensamiento, de la hora,
de la única hora que me espera.
¡Nube de mis palabras, protectora!

*

Junio, jardín de junio, yo no quise
sino sólo una voz de su ternura,
besar el aire que en sus ojos dura
y soltar en mis labios lo que dice.

Aire, junio en los aires ya predice
las imágenes muertas en la oscura
piedad de las palabras que apresura
la sola poesía que no quise.

Agua, en tus lluvias llévame ceñido
al campo de sus ojos, al latido
del corazón que halle en otra sombra.

Róbame a los espacios que su acento
busque al azar, fuera de luz y sombra.
Yo cubriré mi sombra con el viento.

*

Era mi corazón piedra de río
que sin saber por qué daba el remanso;
era el niño del agua, era el descanso
de hojas y nubes y brillante frío.

Alguien algo movió y se alzó el río.
¡Lástima de aquel hondo siempre manso!
Y la piedra lavada y el remanso!
liáronse en sombras de esplendor sombrío.

Para mirar el cielo, qué trabajos
Ruedan los ojos turbios, siempre bajos.
¿Serán estrellas o huellas de estrellas?


Era mi corazón piedra de río,
una piedra de río, una de aquellas
cosas de un imposible tuyo y mío.

 

De Hora de junio, 1937