Material de Lectura

Elegía II

 

Del polvo de la tierra
los árboles recobran
sus dulces nombres;
y del trillado césped
reverdecen los cantos de las cigarras.

El águila de vidrio
engancha sus caballos
de fuerza;
y en cascadas nos bañan sus añicos.

La primavera es una
insurrección de aromas,
arrancados con gritos a la piedra.

Sólo tú, dios informe,
no mueres ni renaces.
Tuya es la sombra;
los manantiales quietos.