Material de Lectura

Prueba

 

Y experimentaste, sin embargo, las llamas infernales.
Podrías hasta decir cómo son: reales.
Acabadas con garfios para desgarrar la carne,
Por pedazos, hasta el hueso. Ibas por la calle
Y seguía la tortura, el desangramiento, la azotaina.
Recuerdas luego no dudas. Por cierto que existe el
Infierno.