Material de Lectura

Nota introductoria



José Lezama Lima (1910-1976), el poeta, narrador y ensayista cubano, fue hasta la mitad de los años sesenta un escritor prácticamente desconocido. Cuya lectura monopolizaba —por la inaccesibilidad de sus libros— un pequeño círculo de iniciados. Hoy Lezama es leído en todo el mundo de habla española y sus textos han sido ya traducidos a varios idiomas. Tardíamente (re)conocido, Lezama supo sólo al final de su vida que la portentosa suma de sus escritos alcanzaba, conmovía e inquietaba a una gran cantidad de lectores —sobre todo a los jóvenes.

Ese descubrimiento extemporáneo de un escritor que desde hacía más de treinta años había compuesto uno de los más grandes poemas hispanoamericanos, "Muerte de Narciso" (1937; incluido en este cuaderno), tiene su explicación en dos hechos: el triunfo de la Revolución Cubana en 1959 y el llamado boom de la literatura —sobre todo la narrativa— de América Latina. No es menos cierto que la profunda renovación que hizo posible la justa fama de los narradores del boom estaba ya anunciada, preparada y posibilitada por los poetas latinoamericanos de la generación anterior: el peruano César Vallejo, el argentino Jorge Luis Borges, el chileno Pablo Neruda...

Lezama Lima tenía en su contra, además, la difícil construcción de su escritura pero ya la primera frase de su ensayo “La expresión americana” —consigna que hay que entender y asumir en todos sus alcances— daba la clave para leerlo: ¿o no es verdad que “sólo lo difícil es estimulante”?, ¿que “sólo la residencia que nos reta es capaz de encantar, suscitar y mantener nuestra potencia de conocimiento”?

En toda la obra de Lezama no hay un solo momento donde esta dificultad ceda o se debilite. Su poesía es, sí, como se ha dicho y se repite (como lo escribió el propio Lezama), de raíz gongorina, pero está nutrida también por las tradiciones y saberes más diversos: Grecia, Roma, Egipto, la pintura cubana, la civilización china, la filosofía e incluso la gastronomía, la anatomía, la heráldica, etcétera. Sus ensayos y narraciones participan de esa misma fluidez cultural, de esa misma tensión voraz que no es en Lezama sino la generosidad de un erudito que es también un artista.

El intelectualismo de Lezama está equilibrado por su candor (una diabólica ingenuidad) y su primitivismo (el Adán que ha gustado todos los frutos de la cultura, ha olvidado su sabor y escribe sobre la arena de la playa o sobre los muros de la caverna sus primeras, múltiples y prodigiosas palabras). Leer a Lezama es entrar de golpe en el deseo de la imagen: cantidad hechizada, mónada hipertélica, resistencia en el tiempo, cubrefuego de lo estelar.

Errancia de la imagen: unidad imposible y evidente de la obra de Lezama Lima. No hay géneros: toda la escritura de Lezama —ensayos, poesía, estampas, aforismos, narraciones— consagra en la imagen su eternidad posible, su evidencia imposible.

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Una bibliografía básica de Lezama Lima consistiría en lo siguiente: la novela Paradiso, Tratados en la Habana, la compilación de la Poesía completa, La expresión americana, y alguno de los diferentes libros que reúnen en diversos órdenes y combinaciones, sus ensayos: Introducción a los vasos órficos, La cantidad hechizada, Analecta del reloj, Esfera-imagen, Las eras imaginarias. Dos  libros editados en Cuba son fundamentales para una aproximación histórico-crítica a Lezama: Órbita de Lezama Lima (preparado por Armando Álvarez Bravo) y el tomo José Lezama Lima de la serie “Valoración Múltiple”. El ensayo de Julio de Cortazár “Para llegar a Lezama Lima” (en La vuelta al día en ochenta mundos); el texto-montaje de Severo Sarduy sobre Lezama (en Escrito sobre un cuerpo), y el ensayo de Carlos Monsiváis “La calle Trocadero como medio, José Lezama Lima como fin” (Revista de la Universidad de México, agosto de 1968), son algunos de los mejores textos críticos, valorativos e interpretativos sobre Lezama.

La selección mínima que se publica en este cuaderno recoge una especie de guía antológica general de la escritura lezamiana; es más un índice que una antología en sentido escrito. Los títulos con asterisco no son originales de Lezama Lima.


David Huerta
Ciudad Universitaria, abril de 1977