Material de Lectura

 

Mi religión es amarte


Ya que el tiempo endurecerá nuestros cuerpos
En un solo sueño, el hambre satisfecha, roto el corazón
Como una botella abandonada por los ladrones

Amada, ya que se encuentran tan tarde nuestros labios,
inclinados
Nuestros rostros muy juntos, los ojos cerrados

Allá afuera
detrás de la ventana donde se agitan las ramas
en el suave viento, donde los pájaros sacuden
las súbitas alas
Dentro de ese aire lisiado, amor, nos estamos muriendo

Observemos cómo llega ese sueño, y crucemos nuestros
dedos
A través del aliento que sale de nosotros

Viviendo, podemos amar aunque la muerte ande cerca
Es su canción desesperada la que no debemos escuchar

Es que tenemos que permanecer unidos, sin morir ahora
que estamos abrazados