Material de Lectura

 

A la víbora de la mar

Advertencia

Toda forma de metalenguaje implica un intento de ex­plicación, una justificación. Ahora bien, considero que la poesía se explica en sí y por sí. Con riesgo, pues, de caer en mi propia trampa, haré algunas aclaraciones, no sobre los poemas, sino sobre el mecanismo utilizado.

Como la mayoría absoluta de los autores paraguayos, yo soy un escritor colonizado. El prestigio de la lengua escrita, la del colonizador, modeló la estructura de nues­tra expresión literaria.

Los presentes minipoemas constituyen un intento de quebrar, en cierta medida, esa situación; una forma de rebeldía verbal contra los cánones impuestos, y que he­mos asumido con la adhesión de una herencia incons­ciente.

La estructura que vertebra los poemas está más próxi­ma a una construcción propia al guaraní que al español. En vez de obedecer a una trayectoria lógico-discursiva, propia a las lenguas occidentales, opera por un sistema de síntesis, tal como hace el idioma aborigen. Un lexema semántico es modificado por "afijos" indiciales, no como resultado de un proceso reflexivo, sino en un mo­vimiento concéntrico que presupone nociones insertas en un contexto expresivo. No existen, por lo general, los elementos de enlace que trazan el itinerario de la conse­cución lógica. El paso de una proposición a otra —como en el guaraní— no se realiza por progresión dialéctica, sino que presupone un mecanismo interno de sugestio­nes acumuladas. Estos poemitas constan generalmente de dos partes (a menudo la primera es el título mismo). La segunda, o "conclusión", no se deduce de la primera, sino que resulta de un proceso interior al texto, de índo­le esencialmente alusivo-emocional, con frecuentes raíces sensoriales.

Se trata, en conclusión, de una forma de vuelta a las fuentes, por los caminos desviados, tortuosos, que utili­zamos los mestizos culturales. Estos poemas tratan así de recuperar el aliento originario, el que la mentalidad co­lonial ha intentado borrar de nuestra memoria colectiva.

Resulta natural que un intento de recuperación del recuerdo, o la reflexión existencial, sean expresados den­tro de los esquemas de la lengua que es más espontánea, la más profunda.

R.B.S.