Apología de la ballena Radar en la tormenta Monos en el parque Ávalos Hormigas Especies vegetales Retrato de Filodendro
Apología de la ballena
Una ballena en el Chaco es un hecho insólito un escándalo de la temperatura del planeta una desviación del comportamiento de las especies un signo perdido en capas geológicas sólo comparables con las arañas del Corán. No obstante yo la he visto: enorme en la humedad de [los helechos con esa condición efímera de las grandes costillas [ancestrales capaces de soportar la altura de tus largas piernas enfundadas en un jean o de tus cabellos llenos de sal marina. De pie dentro de la ballena te vuelves imponente y en un intento de renovación vivimos la era del Paleolítico sin preocuparnos por el arte de las cavernas o los [deshielos o de la inocente sorpresa de Jonás, exactamente 7 años A.C.
Radar en la tormenta
Y alguna vez, no siempre, guiado por el radar el poema aterriza en la pista, a ciegas, (entre relámpagos) carretea bajo la lluvia, y al detener sus turbinas, descienden de él, pasajeros aliviados de la muerte: las palabras.
Monos en el parque Ávalos
No estuvieron en San Juan de Puerto Rico bañándose en el mar de las fosforescencias no recorrieron el Museo del Espacio de Washington con amigos inteligentes y jamás cometerán el pecado de soberbia. En cambio desde los árboles del Parque Ávalos se mueven con una experiencia singular gritan saltan se despulgan tiernamente sobre los turistas y así mueren sabiamente al margen de la historia.
Hormigas
Delicadamente transportan grandes piedras para las pirámides de los faraones apenas se tocan desde lejos con las antenas versátiles tristemente ignoran el sentimiento de los amantes separados en los aeropuertos y tampoco nada sintieron dentro del hormiguero cuando la noticia de la muerte de Chaplin recorrió el mundo en su silla de ruedas. Según los especialistas de ciencias naturales toda esa soledad de las hormigas no se siente simplemente porque no se acoplan porque sus huevos son fórmulas del anonimato, y porque de la lluvia sólo sienten sustancias líquidas no sus nostalgias y eso les impide silbar un viejo bolero de Armando Manzanero.
Especies vegetales
La palmera pindó es una envidiable introvertida como un ejecutante de jazz que improvisa sus temas bajo [el vuelo de los loros, el jacaranda en cambio es un árbol femenino sin inhibiciones y más bien con un orgullo legítimo por [su belleza; el palo borracho aún pálido y anémico por el [problema de sus glándulas jamás puede disimular ese complejo de su apariencia [que lo hace desconfiar de todas las conversaciones en las cuales cree oír alusiones a sus formas. Solamente el gomero, suave y refinado, silencioso y [seguro de sí mismo cultiva el arte de la percepción frente a los más severos [críticos y con buenos modales en las fiestas mundanas sonríe para adentro sabiéndose dueño de un secreto [poderoso.
Retrato de Filodendro
Si Monet pintó varias veces una parva de heno en el mismo día para demostrar que la luz cambia el [color de las parvas, por qué yo no voy a escribir otro poema al filodendro [de mi casa si siempre los amigos que llegan lo entrevistan y le toman fotografías y él crece orgulloso contra la pared igual que una vedette del cine mudo porque el orgullo es objeto de la vanidad y eso se le nota en los días de lluvia cuando desdeña las gotas pequeñas y sólo deja caer sobre sus hojas art nouveau o de medusa [verde, las gotas grandes y las más sonoras, ah, hijo, le reprocho con Hipócrates: la vida es corta, el arte largo, la ocasión fugitiva, la experiencia falaz, el juicio dificultoso… y él me sonríe y me cuenta que otra planta que no me [quiere nombrar lo ama tiernamente en el jardín de las [penumbras. Además, agrega, la felicidad consiste en saber disfrutar lo que no se tiene, y no sé por qué enredos vegetales [manifiesta ahora un poco serio: “por eso yo no me mezclo en [rencillas de palacio
|