Material de Lectura

Partición


XXII
XXIII
XXIV
XXV 

   


XXII

Si del Amor, como Platón enseña,
nace en las almas el conocimiento,
en los cuerpos en cambio un mutuo y lento
conocer da al Amor su mejor leña.

Ésa fue tu enseñanza, oh mi pequeña:
con su ternura y su consentimiento,
ni ruin, ni avaricioso, ni violento,
tu goce yergue el mío y lo domeña.

Más dentro estallo cuanto más te entiendo,
poco a poco mi verga va aprendiendo
cómo excavar tu espasmo, aún invicta

cuando gimes mi nombre con locura;
y mi lengua a la larga se hace adicta
a tu vulva y su férvida textura.


XXIII

Sean dadas las gracias al sofoco,
al estertor, al hipo, a la ronquera,
a los ojos en blanco, a la bizquera,
a la turbia visión fuera de foco.

Con lealtad agradecida evoco
esa carne que vi por vez primera
retorcerse en su gloria, diosa y fiera,
y húmeda de sudor y baba y moco.

Aprendí para siempre, esa hora ardiente,
qué a gusto se revuelca el alma altiva
entre la piel, los pelos, la saliva,
y abolida y violenta y dependiente,
gime de gozo de acallar su empeño
y no ser reina, y célibe, y sin dueño.


XXIV

Qué bien bailabas cuando oscuramente
te sentías fundada en mi mirada.
Y a la vez, bien lo sé, yo no era nada
en tu ritual salvajemente ausente.

Ni yo ni nadie ni remotamente
te poseerá jamás ciega y borrada
como te poseía desalmada
la ola sola en tu viudez demente.

Duele saber que hundida en una cama
nunca darás lo que intocable alcanzas,
y yo no sé soltarme solo al pasmo;

mas lo que digo aquí, ¿dónde se trama?
¿dónde sabes que miro mientras danzas?
¿dónde tenemos juntos este orgasmo?


XXV

Hay una fantasía que a menudo
me hace temblar como una fiebre aguda:
tú yaces junto a mí toda desnuda;
yo yazgo junto a ti también desnudo.

Y pegado a tu flanco, ungido y mudo,
islas en ti mi piel cubre y escuda,
y su ritual las marca y las saluda,
y a un talismán con cada mano acudo:

una mano litúrgica en tu sexo
de vello montaraz; la otra en un pecho
y si pensara que me falta una,

tu otro pecho, lo sé, figura el nexo
con tu parte intocable, tu derecho
a un libre curso de remota luna.