Material de Lectura

    

 

Y así en Nínive



¡Ay! Soy un poeta y sobre mi tumba
         las doncellas esparcirán pétalos de rosa
         y los hombres mirtos, donde la noche
         mata al día con su negra espada.

         “¡Mira! eso a mí no me corresponde
         ni corresponde a ti impedirlo,
         porque la costumbre es muy antigua,
         y aquí en Nínive he contemplado
         a muchos cantores pasar y tomar su lugar
         en esos oscuros salones donde ningún hombre
         perturba su sueño o su canción.
         Y muchos han cantado sus canciones
         con mayor habilidad y sentimiento que yo;
         y muchos ahora sobrepasan
         mis habituales olas de belleza con su viento de flores
         sin embargo soy un poeta, y sobre mi tumba
         todos los hombres esparcirán pétalos de rosas
         donde la noche mata a la luz
         con su azul espada.”

         “Esto no significa, Raana, que mi canción suene más
              alto
         o más dulcemente que la de cualquier otro sino que
         soy un poeta, que debe beber vida,
         como pocos hombres vino.”