Material de Lectura

Idea Vilariño



Selección y nota introductoria de Susana Crelis Secco



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Nota introductoria

Algo se ha escrito en el Río de la Plata sobre la poesía de Idea Vilariño, uruguaya, nacida en 1920. Casi siempre se coincide en destacar la simplicidad de un decir que, aludiendo a hondos espacios interiores, prefiere la sugerencia que propicia el eco enriquecido mejor que el límite claro de una emoción totalmente expresada.

Como la poesía es la más entrañable y auténtica de las manifestaciones, los poemas de Idea participan de un mundo suyo de dolor y gozo, de preocupación o angustia, de reflexión y conciencia. Y ocurre que el lector descubre que está siendo dicho en esa voz que se dice porque hay en Idea la frecuente comunicabilidad del artista verdadero, de aquel que, pronunciando su ser, pronuncia el de todos.

Poemas pertenecientes a los que declara sus únicos poemarios —aunque hubo otros— reúne esta antología: los hay de Nocturnos, cuyas ediciones se inician en 1955; de Poemas de amor, poemario que se publica por primera vez en 1957; de Pobre mundo, que aparece en 1966, y de No, de 1980. Suficientes son contemporáneos, en el transcurrir de un periodo de quehacer poético que, dilatado en el tiempo, se inicia en 1945 y aún no termina.* Los nuevos se van integrando de forma natural, por su temática, a los cuatro títulos aceptados, de manera que los materiales se han multiplicado desde la primera edición a la última y crecerán mientras hay vida y producción.

Sus títulos integran muchos poemas aunque no muchísimos. Es una poeta de decir escueto y certero que, paralelo a dudas profundas sobre su identidad, reflejadas a menudo a lo largo de sus testimonios, persiste en sus mismas obsesiones: muerte y amor las principales, preocupación social y política las que le siguen, negación de esperanza la que integra a todas. Ello da a su obra una incuestionable coherencia y obliga a olvidar los matices temporales de creación. De este modo, también, no sólo se abstrae de su propio tiempo de existencia sino que, por su temática, se aleja del tiempo único. Puede decirse que Idea Vilariño es una autora clásica: su discurso posee validez intemporal.

Pero surge la pregunta: ¿cuál sería la especificidad de esta poeta que la vuelve necesaria y permanente? Si bien sus obsesiones fundamentales son constantes en el individuo de todos los tiempos; si bien sus preocupaciones sociales o políticas son cotidianas en América Latina; si bien su desesperanza es un corolario razonable, su poesía vale por la particular manera en que se unen mensaje y forma de expresión. Destácanse el privilegio verbal, la pureza de imágenes, la perfección rítmica, las recurridas figuras retóricas en ella renovadas.

Por otra parte, es una voz femenina. En un continente en donde se han escuchado otras voces de mujer impactantes y abisales y de un país en el que, al decir de Ángel Rama, la mujer ha sido la que ha llevado el emblema de la poesía, Idea Vilariño describe el sentir de la mujer con desusada agudeza. ¿Quién si no una mujer podría haber escrito "Por aire sucio", "El encuentro", "El miedo", "Carta I" o "Carta II", por seleccionar pobre aunque significativamente?

Algo más hay que decir, que no compete a Idea misma o a su producto y que justifica con amplitud su difusión: América Latina vislumbra hoy su identidad. Por primera vez se vuelca honestamente sobre sí misma para conocerse. Su problemática común, que le exige el asumir sus lazos fraternos, le da la feliz alternativa de unirse en su cultura y de beneficiarse con la aprehensión de las distintas manifestaciones artísticas de sus creadores.


Susana Crelis Secco


* La primera edición de este volumen de Material de Lectura data de 1990. (Nota del editor.)

Eso

 
Mi cansancio
mi angustia
mi alegría
mi pavor
mi humildad
mis noches todas
mi nostalgia del año
mil novecientos treinta
mi sentido común
mi rebeldía
mi desdén
mi crueldad y mi congoja
mi abandono
mi llanto
mi agonía
mi herencia irrenunciable y dolorosa
mi sufrimiento
en fin
mi pobre vida.

El desdén

 

Arcángel de ala negra
de ala cerrada que
de boca pura y desdeñosa
de hambre
de frío y de desdén
de galón de dolor
de estopa sollozante
arrastrado
sin luz
partido en dos
arcángel.


El miedo

 
Es amarillo afuera
ay dios
es amarillo
como un pájaro seco
hiriente y desplumado
como qué
doloroso.
Tiene miedo la tarde
tiene horror la mañana
el día que lastima
o se afila los dientes.
La noche hace una casa
negra pura y de todos.
La noche hace una casa
pero el terror golpea
y la llena de ojos.
Es amarillo afuera
ay dios
es amarillo
como un pájaro muerto
como una aguja de oro
de hielo
como un grito.
Es amarillo afuera
y adentro es amarillo.

Los cielos

 

Se cae de los árboles
se cae la el otoño
la lenta primavera que sube por septiembre
y se mira los dedos
las rosadas señales
el viejo simulacro de fuegos y paredes.
Se cae la el otoño
le cae un encendido
el aire amargo del
el aire amargo
la sospecha de un ángel devorante
una fruta de horror
un signo ardiente.
El mundo cae en sí
la cara cae
hincan los dientes en
piden muy poco
pero cuesta
ya cuesta dar entonces
recoger el amor que cae de los árboles
que cae la el dolor
tener silencio
o tocar las inmensas bolsas solas
y salir dando voces por los cielos.


Por aire sucio

 

Luna que sale sí
luna que sale
azorada en un aire de impureza
apartando carbón y esquirlas de oro
tapándose los ojos con la niebla
y que sale y que vuela y
se levanta
y que cae golpeándose y
que rueda.
Apártate la capa de basura
la de basura sí
luna que vuela
la piedra de pegar de tropezar
la escoria de la cal
luna que rueda
y el cartón
la pintura y el cartón
la pasta azul la verde y la violeta
la pestaña y la uña artificiales
el tacón
los rellenos
las monedas
y éntrate sola y pura como un clavo
y dolorosamente y a la fuerza
en rebeldía
entregada
en ese muro
glacial donde termina la existencia.


Se está solo

 

Solo como un perro
como un ciego un loco
como una veleta girando en su palo
solo solo solo
como un perro muerto
como un santo un casto
como una violeta
como una oficina de noche
cerrada
incomunicada
no llegará nadie
no pensará nadie en su especie de muerte
no llamará nadie
nadie escucharía sus gritos de auxilio
nadie nadie nadie
no le importa a nadie.
Como una oficina o un santo o un palo
incomunicado
solo como un muerto en su caja doble
golpeando la tapa y aullando
y en casa
los deudos ingieren neurosom y tilo
y por fin se acuestan
y al otro la muerte le tapa la boca
se calla se muere y le arrecia la noche
solo como un muerto como un perro como
como una veleta girando en su palo
solo solo solo.


Carta I

 

Como ando por la casa
diciéndote querido
con fervorosa voz
con desesperación
de que pobre palabra
no alcance a acariciarte
a sacrificar algo
a dar por ti la vida
querido
a convocarte
a hacer algo por esto
por este amor inválido.
Y eso es todo
querido.
Digo querido y veo
tus ojos todavía pegados a mis ojos
como atados de amor
mirándome mirándome
mientras que nos amábamos
mirándome tus ojos
tu cara toda

y era de vida o muerte
estar así
mirarnos.
Y cierro las ventanas diciéndote
querido
querido y no me importa
que estés en otra cosa
y que ya ni te acuerdes.
Yo me estoy detenida
en tu mirar aquel
en tu mirada aquella
en nuestro amor mirándonos
y voy enajenada por la casa
apagando las luces
guardando los vestidos
pensando en ti
mirándote
sin dejarte caer
anhelándote
amándote
diciéndote querido.


Carta II

 

Estás lejos y al sur
allí no son las cuatro
recostado en tu silla
apoyado en la mesa del café
de tu cuarto
tirado en una cama
la tuya o la de alguien
que quisiera borrar
—estoy pensando en ti
no en quienes buscan
a tu lado lo mismo que yo quiero—.
Estoy pensando en ti
ya hace una hora
tal vez media
no sé.
Cuando la luz se acabe
sabré que son las nueve
estiraré la colcha
me pondré el traje negro
y me pasaré el peine.
Iré a cenar
es claro.
Pero en algún momento
me volveré a este cuarto
me tiraré en la cama
y entonces tu recuerdo
qué digo
mi deseo de verte
que me mires
tu presencia de hombre que me falta en la vida
se pondrán como ahora
te pones en la tarde
que ya es la noche
a ser
la sola única cosa
que me importa en el mundo.


Ven

 

Si fuera un ángel negro
o una madre
si se pudiera hablarle
convocarla
como hacían los poetas
ven muerte ven que espero
si fuera un dios voraz
alguien que oyera alguien
que comprendiera
toda esta noche toda
estaría invitando
estaría ofreciendo
estaría clamando
rompiendo el aire el techo el cielo
con mi voz
ven muerte ven
que espero.
Toda esta noche
toda
hasta que al fin
oyera.


Cómo olvidarse

 

Cómo olvidarse cómo
desalojar el crudo
recuerdo de la muerte
esa desgarradora memoria
esa herida.
Si es el precio increíble
el altísimo orgullo.


Qué lástima

 

Qué lástima
que sea sólo esto
que quede así
no sirva más
esté acabado
venga a parar en esto.
Qué lástima que no
pudiéramos
sirviéramos
que ya no demos más
que no sepamos ya
que estemos ya tan secos.
Qué lástima
qué lástima
estar muertos
faltar
a tan hondo deber
a tan preciada cita
a un amor tan seguro.


Enumerándolo

 

Enfermedad y frío
y tristeza cerrada
y días días días
enfermedad tristeza
cansancio enfermedad
aire helado abandono
frío fatiga penas
ninguna carta nadie
miserias y limosnas
remedios notas cuentas
Viento sur tercer piso.
madrugadas horribles
noches perdidas penas
y días días días
viento miserias frío
enfermedad tristeza.


Por allá estará el mar

 

Por allá estará el mar
el que voy a comprarme
que veré para siempre
que aullará llamará
extenderá las manos
se hará el manso el hermoso
el triste el olvidado
el azul el profundo
el eterno el eterno
mientras los días se vayan
la vida se me canse
el cuerpo se me acabe
las manos se me sequen
el amor se me olvide
frente a su luz
su amor
su belleza
su canto.


El encuentro

 

Todo es tuyo
por ti
va a tu mano tu oído tu mirada
iba fue
siempre fue
te busca
te buscaba
te buscó antes
siempre
desde la misma noche en que fui concebida.
Te lloraba al nacer
te aprendía en la escuela
te amaba en los amores de entonces
y en los otros.
Después
todas las cosas
los amigos los libros
los fracasos
la angustia los veranos las tareas
enfermedades ocios confidencias
todo estaba marcado
todo iba
encaminado
ciego
rendido
hacia el lugar
donde ibas a pasar
para que lo encontraras
para que lo pisaras.


El amor

 

Amor amor jamás
te apresaré
ya no sabré cómo eras.
No habré vivido un día
una noche de amor
una mañana.
No conocí jamás
no tuve a nadie
nunca nadie se dio
nada fue mío
ni me borró del mundo con su soplo.
Lo que hubo fue dolor
lo solo que hubo
que fue colmado
atestiguó
fue cierto.
Pero dónde quedó
qué consta ahora.
Hoy el único rastro es un pañuelo
que alguien guarda olvidado
un pañuelo con sangre semen lágrimas
que se ha vuelto amarillo.
Eso es todo.
El amor
dónde estuvo
cómo era
por qué entre tantas noches
no hubo nunca
una noche un amor
un amor
una noche de amor
una palabra.


No hay ninguna esperanza

 

No hay ninguna esperanza
de que todo se arregle
de que ceda el dolor
y el mundo se organice.
No hay que confiar en que
la vida ordene sus
caóticas instancias
sus ademanes ciegos.
No habrá un final feliz
ni un beso interminable
absorto y entregado
que preludie otros días.
Tampoco habrá una fresca
mañana perfumada
de joven primavera
para empezar alegres.
Más bien todo el dolor
invadirá de nuevo
y no habrá cosa libre
de su mácula dura.
Habrá que continuar
que seguir, respirando
que soportar la luz
y maldecir el sueño
que cocinar sin fe
fornicar sin pasión
masticar con desgano
para siempre sin lágrimas.


Te estoy llamando

 

Amor
desde la sombra
desde el dolor
amor
te estoy llamando
desde el pozo asfixiante del recuerdo
sin nada que me sirva
ni te espere.
Te estoy llamando
amor
como al destino
como al sueño
a la paz
te estoy llamando
con la voz
con el cuerpo
con la vida
con todo lo que tengo
y que no tengo
con desesperación
con sed
con llanto
como si fueras aire
y yo me ahogara
como si fueras luz
y me muriera.
Desde una noche ciega
desde olvido
desde horas cerradas
a la paz
en lo solo
sin lágrimas ni amor
te estoy llamando
como a la muerte
amor
como a la muerte.


Ya no

 

Ya no será
ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme.
Nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.
No llegaré a saber
por qué ni cómo nunca
ni si era verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.
Ya no soy más que yo
para siempre y tú ya
no serás para mí
más que tú. Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.
No volveré a tocarte.
No te veré morir.


Susurramos

 

Susurramos
decimos
murmuramos
tibio blablá al oído
a los labios la piel el pelo
a
acariciándonos
con voces
sílabas
con emes
con sonidos.


La primera entera

 

La primavera entera
con palomas y tallos y huracanes
con baldes de agua tibia
con una mariposa corpulenta
aleteando afelpada
con un jardín un bosque una floresta
poblada de humedad y hojas podridas
y fragancias y vahos y vaharadas
y raíces feroces y qué no
toda la primavera se volcaba
respirando durmiéndose
alentando en mi lecho.


El testigo

 

Yo no te pido nada
yo no te acepto nada.
Alcanza con que estés
en el mundo
con que sepas que estoy
en el mundo
con que seas
me seas
testigo juez y dios
Si no para qué todo.


Un huésped

 

No sos mío no estás
en mi vida
a mi lado
no comés en mi mesa
ni reís ni cantás
ni vivís para mí
somos ajenos

y yo misma
y mi casa
sos un extraño un huésped
que no busca no quiere
más que una cama
a veces.
Qué puedo hacer
cedértela.
Pero yo vivo sola.


Sabés

 

Sabés
dijiste
nunca
nunca fui tan feliz como esta noche.
Nunca. Y me lo dijiste
en el mismo momento
en que yo decidía no decirte
sabés
seguramente me engaño
pero creo
pero esta me parece
la noche más hermosa de mi vida


El amor

 

Un pájaro me canta
y yo le canto
me gorjea al oído
y le gorjeo
me hiere y yo le sangro
me destroza
lo quiebro
me ayuda
lo levanto
lleno todo de paz
todo de guerra
todo de odio
de amor
y desatado
gime su voz y gimo
río y ríe
y me mira y lo miro
me dice y yo le digo
y me ama y lo amo
—no se trata de amor
damos la vida—
y me pide y le pido
y me vence y lo venzo
y me acaba y lo acabo


En la noche de la luna

 

En medio de esta enorme noche blanca
entre pinares médanos y luna
—hoy llegaron los rusos a la luna—
frente al mar que otra vez acuesta su ola
formidable en la playa abandonada
—hay miedo en Almería dice el diario
no encontraron aún las bombas hache
caídas en su mar por accidente—
en el silencio blanco y estruendoso
de esta soledad plena y una y pura
—ochocientos vietcong muertos anoche
hambre en la India hambre en el Brasil—
en la melancolía y la belleza
de la noche de luna entre los pinos
con la luna ocupada y el miedo en Almería
y la aldea arrasada y con el hambre.


Pobre mundo

 

Lo van a deshacer
va a volar en pedazos
al fin reventará como una pompa
o estallará glorioso
como una santabárbara
o más sencillamente
será borrado como
si una esponja mojada
borrara su lugar en el espacio.
Tal vez no lo consigan
tal vez van a limpiarlo
se le caerá la vida como una cabellera
y quedará rodando
como una esfera pura
estéril y mortal
o menos bellamente
andará por los cielos
pudriéndose despacio
como una llaga entera
como un muerto.


Comparaciones

 

I

Como un jazmín liviano
que cae sosteniéndose en el aire
que cae cae
cae.
Y qué va a hacer.

II

Como un perro que aúlla interminable
que aúlla inconsolable
a la luna
a la muerte
a su tan breve vida.
Como un perro.

III

Como el que desvelado
a eso de las cuatro
mira con ojos tristes
a su amante que duerme
descifrando la vieja eterna estafa.

IV

Como aquel que se saca los zapatos
y suspira
y se deja caer con ropa y todo
y sin mirar
sin ver
fija en el techo
anchos ojos vacíos.

V

Como un disco acabado
que gira y gira y gira
ya sin música
empecinado y mudo
y olvidado.
Bueno
así.


La metamorfosis

 

Entonces soy los pinos
soy la arena caliente
soy una brisa suave
un pájaro liviano delirando en el aire
o soy la mar golpeando de noche
soy la noche.
Entonces no soy nadie.


Qué fue la vida

 

Qué fue la vida
qué
qué podrida manzana
qué sobra
qué desecho.

Si era una rosa
si era
una nube dorada
y debió florecer
liviana
por el aire.

Si era una rosa
si era
una llama feliz
si era cualquier cosa
que no pese
no duela
que se complazca en ser
cualquier cosa
cualquiera
que sea fácil
fácil.

No pudo consistir en corredores
en madrugadas sórdidas
en asco
en tareas sin luz
en rutinas
en plazos
no pudo ser
no pudo.

No eso
lo que fue
lo que es
el aire sucio
de la calle
el invierno
las faltas varias
miserias
el cansancio

en un mundo desierto.