Material de Lectura


La fruta simple


Ciudad de los hechizos, puerta de las mil puertas,
que a otras mil puertas abren, ojo que así se mira
y al contemplarse incendia lo perdido.
Juan Rejano


(De infamias, prodigios, ausencias y demonios)


Transposición I
Transposición II
Evocaciones
Cartomancia
Reunión del Sabbath
Filtro de amor con la énula campana
El amor implacable
Canción
Advenimiento
El eterno retorno
Visitaciones
La fruta simple
Versus virginis
Levitación
Conjuro para ser pronunciado en el momento
en que surge el amor

 

 

 


Transposición I

Cuando inicies
tu lectura
en las líneas
de mi mano,
sabrás
a ciencia cierta
el final
espantoso
que te aguarda.




Transposición II

En el brillo
más tenue
de tus ojos,
vi resumida
la parte
criminal
de mi pasado.




Evocaciones

Mi historia:
refulgentes hallazgos
y doloridos extravíos.

Visiones provisorias.
Espectros,
espejismos.

Evocación inacabada
de seres
que se han desvanecido
hasta ser impalpables,
por muerte,
por ausencia,
por cambio de costumbres.

Sigo en espera
de las imágenes tangibles.




Cartomancia

Separados y absortos
tres dolientes vigías
deslindan
el contorno revelado
de los naipes.

Tercia fatal
que salió de quebrantos
al revocar
el vaticinio
concluyente de la espada.




Reunión del Sabbath

Al oír
el canto del gallo,
símbolo de luz y vigilancia,
las brujas
se disgregan
hasta fundirse
entristecidas
en los vestigios
apremiantes
de otra noche
que acaba.




Filtro de amor con la énula campana

 

Para mi hija Claudia

Una noche de San Juan,
cuando se inicie
la primera campanada de las doce,
desprende con cuidado
la hoja más pequeña
de esa planta
conocida como énula campana.

Al día siguiente,
en el momento en que se aclaren
los objetos y las nubes,
exponla
a los rayos iniciales del oriente
y déjala secar
hasta que adquiera
un tono parecido al tierra de Venecia.

Redúcela a polvo sin temor,
añade,
con extrema paciencia,
pequeñas cantidades de ámbar gris.

Guarda esta mezcla
en una bolsa diminuta
de seda verde musgo
y llévala
sobre tu corazón por nueve días.

Transcurrido ese lapso,
ve al encuentro de la persona amada,
y sin que ella lo perciba,
pon el filtro
en contacto con su piel.

Los resultados,
esplendentes,
no pueden ser descritos
en todo su detalle.
El surgimiento luminoso,
como un calidoscopio,
siempre difunde
cistinta transparencia.

Baste decir que de inmediato
nacerá un amor irresistible,
seguramente eterno,
hacia aquél que siguió
todos los pasos
con esta planta aislada y prodigiosa,
llamada vulgarmente énula campana.*

* Nota marginal innecesaria.

Es desolador, pero la énula campana planta crepuscular y quebradiza, eficaz propiciadora de eternas realizaciones amorosas, que habitó por elección en lugares solitarios y poco iluminados, jamás volvió a aparecer catalogada en los modernos tratados de botánica, ni a ser mencionada en los recientes manuales de ocultismo. Su naturaleza —se dijo varias veces— en el fondo sensible y vulnerable, no resistió los efectos del letal invernadero de una época caracterizada por inquietantes alteraciones atmosféricas (y también astrales) que datan ya de algunas décadas. De ahí, probablemente, su extinción definitiva y lamentable.
Por otra parte, como el amor desde tiempo atrás dejó de ser motivo de anhelos para el hombre, se formuló otro planteamiento nada aventurado: que la énula campana, al saber perdido el objeto primordial de su existencia, propició sin miramientos su propia muerte repentina.

 


El amor implacable

Está visto y probado:
ni antiguos talismanes,
ni encantamientos
continuados,
podrán borrar
el daño
que los seres queridos
causaron cada día
con su amor implacable.




(La fruta simple)

Canción


De aquel
fantasma
memorable,
tantas veces
invicto, tan sólo
prevalece
un pálido
reflejo
ya distante.




Advenimiento

Para Eugenia


En tus manos,
súbitamente,
se dio el advenimiento
de un pequeño
vampiro de papel.

Sentí un escalofrío
al no ver a mi alcance
ni una cruz,
ni un ramo de ajos,
ni la eficaz
y consabida estaca
que diluye del todo
la presencia
geométrica del mal.


El eterno retorno

Es seguro y cierto que la naturaleza entera
era Agua en el comienzo: que todas las cosas
han nacido por el Agua y por el Agua deben
ser destruidas.

Kirchweger, Aurea Caleña Homeri

Es triste,
niña pluvial de los asombros,
pero ya no estás
en este sitio
donde trazamos cada noche,
sin agobios,
innumerables
diagramas y veletas.

Jamás lo imaginamos,
la adivinación continuada
por el agua,
te llevó desprovista
a la sorpresa,
y ahí,
en el lugar exacto del origen,
recobraste en segundos
tu condición elemental
de transparencia.


Visitaciones

Cada noche
reapareces
con las ovejas
degolladas
al filo
del insomnio.




La fruta simple

No trates
de aprehender
siluetas inasibles;
lo que buscas,
como la fruta simple,
siempre cae
por su propio
encantamiento.




Versus virginis

Enarbola
tus banderas
invictas,
envuélvete
en ellas
y arrójate
cuanto antes
al vacío.
Quien tiene
delirios
de pureza
no merece
mirar
desde lo alto
la luz astral
que cubre
al mundo.




Levitación

Si en otro tiempo
fuiste
mariposa magenta
del infierno,
bruja espectacular
en Salem
o maga invulnerable
de Tesalia,
me tiene sin cuidado.
Lo que sí me horroriza
es verte
levitante al mediodía,
impávida,
translúcida
y sin sombra.




Conjuro para ser pronunciado en el momento
en que surge el amor


No prometas
nada,
nada esperes;
todo es un intercambio
cotidiano y sencillo
de mariposas olvidadas.