Cuartetos
Aunque el uno es insomne, y el otro es un somnolente, el gato y el grillo se parecen en que buscan del fogón la ceniza caliente. Ron, ron, del gato; del grillo el cri-cri persistente; límpida noche de enero temblando en estrellas. Cruzado de brazos el gato medita; y el grillo parece que está de rodillas. Penumbras friolentas enturbian mi estancia. Roto sedimento de amarga fragancia vaga en el recuerdo de vieja ilusión. Hay algo que vuela y algo que se esconde. Y en estos instantes que el tiempo alargó, callan dos silencios y hablan dos rumores: el gato y el grillo; las sombras, y yo!
(De mi libro de horas)
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