Vocación del espejo
Cuando olvidan las cosas su forma y su color y, acosados de noche, los muros se repliegan y todo se arrodilla, o cede o se confunde, sólo tú estás de pie, luminosa presencia. Impones a las sombras tu clara voluntad. En lo oscuro destella tu mineral silencio. Como palomas súbitas a las cosas envías tus mensajes secretos. Cada silla se alarga en la noche y espera un invitado irreal ante un plato de sombra, y sólo tú, testigo transparente, una lección de luz repites de memoria.
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